







1Giffaumont-Champaubert (Lac du Der)
El lago Der es uno de los más grandes de Francia. La temporada estival promete frescor y diversión con una gran variedad de actividades acuáticas y terrestres, seis playas para bañarse, campings, etc. El otoño es más tranquilo y propicio para la contemplación. Podrá admirar las grullas comunes, grandes aves migratorias que aprecian especialmente el lago Der para hacer una parada en su ruta migratoria. Le recomendamos que contemple el amanecer de las grullas comunes desde el dique. Hay que madrugar, pero el espectáculo es magnífico.

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Saint-Dizier es una ciudad situada en Haute-Marne cuyos orígenes se remontan al periodo merovingio, tal y como atestiguan recientes excavaciones arqueológicas.
La ciudad es el punto de partida de la Ruta del Arte de la Fundición. Saint-Dizier posee un notable patrimonio industrial y metalúrgico. Durante su visita, sin duda verá numerosas fundiciones ornamentales (balcones, candelabros, bancos, etc.) firmadas por Hector Guimard, así como las famosas fuentes Wallace, de las que la ciudad cuenta con dos.
En su camino también se encuentra la Torre Miko®, ya que fue aquí, en los años 50, donde nació la famosa marca de helados.
Le recomendamos que visite el museo (entrada gratuita) y se acerque a la Oficina de Turismo de la ciudad para conocer mejor el patrimonio y la rica historia de Saint-Dizier.

3Trois-Fontaines-l'Abbaye
Descubra los restos de la abadía cisterciense de Trois-Fontaines, fundada en el siglo XII. Se encuentra en un magnífico parque de 7 hectáreas ideal para pasear y abierto todo el año. Le espera un auténtico momento de relajación. El pueblo es también el punto de partida de la ruta de senderismo de los abismos. Esta caminata por el bosque estatal de Trois-Fontaines le permitirá conocer mejor la red de cavidades subterráneas de la región. Esta ruta cuenta con la doble certificación de la Federación Francesa de Senderismo y la Federación Francesa de Espeleología, ¡una primicia en Francia!
